Soy Ana Vila Dra, en Farmacia y tengo 61 años. Desde que tengo uso de razón no entiendo mi vida sin devolver a los demás tanto de lo que yo he recibido simplemente por nacer en un entorno familiar, económico y social que otros no han podido tener.
Siempre he pensado que la solidaridad y la gratuidad son la base para intentar acercarnos a las necesidades de los que nos necesitan y eso se constituye el motor de mi vida.
Durante mi vida laboral, con un horario de 12 horas al día, guardias y fines de semana, mi aportación a las ONGs fue de forma monetaria, pero allí donde me encontraba intentaba brindar en mi entorno un espacio de cercanía, ayuda y empatía porque la primera ONG a la que atender es a tu entorno.... No es muy coherente volcar tu voluntariado al exterior cuando no eres capaz de llevar el amor a los que te rodean cada día.
Mi labor en un comedor social
Una vez finalizada mi vida laboral activa aunque continuaba en la Universidad doctorándome empecé mi labor en un comedor social del que soy socia.
En el comedor ayudaba a la preparación de casi 150 desayunos, comidas y cenas diarias, dando de comer a los más necesitados cada día.
Entrada al comedor social en Málaga. "Tuve hambre y me disteis de comer"
Interior del comedor, donde distintos voluntarios preparábamos la comida
Mi aportación en madre Coraje: medicamentos y juguetes para los más necesitados
A la vez de participar en el Comedor, comencé a desarrollar mi labor presencial en la ONG Madre Coraje como responsable del taller de medicamentos, donde a través del reciclado de los mismos, que nos llegaban de las farmacias, nos dedicábamos a adecuarlos en fecha, contenido y seguridad. De ese modo durante varios años de trabajo conseguimos que 300.000 euros que iban a ser destruidos pudieran salvar muchas vidas.
Sin embargo, el poder de las multinacionales llevo a la OMS a legislar la prohibición de seguir mandando dichos medicamentos que en muchos casos no estaban ni si quiera aperturados a los que más los necesitaban.
Todos estos medicamentos, eran enviados a nuestra misión en Peru hasta otras ONGs que nos los solicitaban para llevar en sus programas de voluntariado exterior ... pueblo saharaui, terremotos de Haití y Nepal, proyectos en Benín, Malí, Etiopía, Guatemala etc...
También, con la asociación de Madre Coraje, he participado activamente en la recogida y envío de miles de juguetes a los más necesitados.
Campaña de información para la recogida de juguetes
Una vez que estos eran donados, los empaquetábamos y los enviábamos a lugares como Perú donde muchos niños y niñas pudieran aprovecharlos.
Empaquetado de juguetes donados.
Empaquetado de juguetes donados.
Los miembros de nuestra misión en Perú me enviaban constantemente fotos de los niños y niñas con cara de felicidad recibiendo sus nuevos juguetes. Cada vez que recibía una me moría de alegría por ayudar a la felicidad de aquellos niños
Distintos niños de Perú tras estrenando juguetes nuevos.
Una niña Peruana feliz con su nuevo juguete.
Un niño Peruano con un disfraz nuevo.
Esa soy yo dando juguetes a los que más lo necesitan.
Por último os dejo un vídeo donde podréis ver el proceso que seguían los niños para elegir sus juguetes y la cara de felicidad que se les ponía
Entrega de juguetes donados a niños que lo necesitan
Y esa es hoy mi vida.... una vida plena de todo aquello que recibo, siempre dando gracias de tener la oportunidad de poner una gotita de agua en ese océano de solidaridad.
Proyectos miles... pero sin olvidar que tengo mi madre con 91 años y un marido de 70 que también necesitan ese tiempo, ese apoyo y esa cercanía del día a día!!!
Soy muy feliz porque cada día recibo mucho más de lo que doy y nunca será suficiente todo lo que haga por llenar de AMOR a todo lo que me rodea.
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