Fui a ayudar y me ayudaron a mí

Siempre pensé que hacer voluntariado era una forma de ayudar a los demás, pero luego de vivirlo, me di cuenta de que es más que eso, es un crecimiento en conjunto. A mi, Voces Futuras, me hizo cambiar totalmente mi manera de ver el mundo.

Voces Futuras fue un proyecto de 4 semanas que realizamos desde Funadación LLYC en colaboración con la Fundación La Merced en 2019. El Voluntariado consistía en brindar herramientas de Soft skills a jóvenes en edades entre 13 a 17 años de la comunidad de Bienvenido en República Dominicana, con el propósito de que tuvieran las competencias necesarias para insertarse en el mundo laboral, cuando sea su momento.

Todo esto ocurrió en 2019. En la primera sesión cuando conocimos a los adolescentes, estos se mostraron un poco tímidos, pensando que iban a tener que recibir clases en su tiempo libre, pero luego, poco a poco, pude ir conectando con mi grupo y conocer sus intereses.

Honestamente, la primera vez que conversamos sobre sus sueños y la visión que tenían de la vida, quedé sorprendida, como cada uno de ellos tenía el deseo fehaciente de continuar creciendo y aprendiendo. Como su capacidad de imaginar escapaba de su realidad socioeconómica. Este último punto me hizo reflexionar sobre las limitaciones que yo misma estaba poniendo a mi mente, a pesar de tener otra realidad de vida.

Para la segunda sesión, ya debíamos revisar la tarea. Su asignación era llevar un tema que impacte a su comunidad, con datos de fuentes confiables y qué soluciones proponían. Aquí volví a quedarme impactada con el nivel de sensibilidad que estos jóvenes tenían por las problemáticas de su comunidad. El tema que elegimos fue la No Violencia.

Llegamos a la práctica y fue genial ver los enfoques que cada uno de este grupo presentó. Uno de ellos habló de la violencia dentro de la familia, otro de como la violencia te puede limitar en tu desarrollo social y otro sobre como identificar como identificar si eres victima de violencia. Debo decir que las presentaciones también se salieron de la caja, la creatividad y la dedicación fueron valores que se deben destacar en cada uno de los esfuerzos.

Con el propósito de que se sintieran motivados y retados, mis compañeros de voluntariado y yo hicimos una competencia para que cada uno de nuestros “estudiantes” presentará su tema y ganará un premio. Debo decir que esa idea, tuvo mejores resultados de los esperados. Los jóvenes prepararon su vestuario, llevaron insumos que hicieron que cada presentación tuviera un toque único.

Al final, todos fueron ganadores, pero fuera de ellos, creo que yo fui la mayor aprendiz. Estos adolescentes, me enseñaron a no tener miedo y a romper con cualquier pensamiento limitante. Me mostraron que querer es poder y que, si te preparas, independientemente de tu condición, puedes lograr grandes cosas.

En resumen, si me dan la oportunidad de volver a ser aprendiz a través de algún voluntariado, volvería a repetirlo mil veces. Con Voces Futuras fui con la mentalidad de ayudar a un grupo de jóvenes y la realidad fue, que ellos me ayudaron a mí.