Empecé a realizar voluntariados cuando tenía 16 años. Siempre he sido voluntaria para niños que han tenido una serie de enfermedades. Se pueden hacer maravillas por los niños enfermos, y recomiendo esta experiencia, ya sea jugando, haciendo manualidades, abrazando a un bebé, leyendo cuentos o paseando con los pacientes. Los puestos de voluntariado son siempre significativos y gratificantes, pero trabajar con niños pequeños es lo más bonito de lo que he formado parte.
He trabajado con Project Sunshine, Cancer Research Uk, ACCO y Tantaka. He disfrutado de todas mis experiencias.
No hay nada tan hermosa como ver unos niños sonrientes, de ojos brillantes y felices. La felicidad de un niño es el mayor regalo de Dios a la humanidad.
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